jueves, 28 de octubre de 2010

Llegó el movimiento

Por fin, llegó el movimiento, pero no sin hojas caducas que crujían al pisar. El otoño es lo que tiene. Cuanto más se zarandean las ramas más se revolucionan las hojas que sólo piensan en volar. Las hojas caducas tuvieron que claudicar ante hojas verdes, por una vez el año se desordenó y lo que parecía que iba a dar la bienvenida a un gris invierno no hizo más que avivar la luz de una primavera llena de color y posibilidades. Los niños podrían seguir jugando en la calle y ahora bajo la sombra de un árbol fuerte. Uno capaz de tapar la luz de tu ventana, de llenar de hojas secas y mustias el balcón que tanto quieres. Un árbol que les dio esperanza para serguir viviendo esa vida llena de ilusiones que tanto te molesta. A moverse pues mis queridas hojas verdes.

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